Igualdad, Equidad y Justicia: cuál es la diferencia y por qué es importante entenderla

La igualdad es en efecto un enfoque de derechos humanos que busca asegurar que todas las personas tengan acceso a las mismas oportunidades y recursos. 

Por ejemplo, imagina un salón de clase donde todo el estudiantado accede a los mismos materiales y es calificado con los mismos estándares. Sin embargo, si bien todas las personas pueden tener las mismas oportunidades para desarrollar su potencial, es fundamental reconocer que no todas parten desde el mismo lugar. 

Cada estudiante puede necesitar diferentes recursos adicionales para cumplir con las mismas expectativas, debido a situaciones personales como tener que trabajar para aportar en su hogar. Situaciones como estas agregan otros niveles de dificultad al objetivo común de superar el curso. 

Reflexionemos sobre tu lugar de trabajo 

¿Qué pasa por ejemplo con quienes tienen personas a cargo? Al momento de responder a las exigencias de un proyecto laboral, enfrentan desafíos diferentes al resto del equipo que no realiza labores de cuidado. 

En otras palabras, lo que observamos es que el trato con base en la igualdad necesita también complementarse con el reconocimiento de los diferentes obstáculos que las personas enfrentan. 

Así, evitamos invisibilizar el gran esfuerzo de quien estudia y trabaja al mismo tiempo, o quienes tienen responsabilidades de cuidado en su hogar. Es importante abordar estas diferencias y apoyar a quienes enfrentan desafíos adicionales para que tengan las mismas oportunidades de éxito en el trabajo. Esto implica abrir la puerta al siguiente concepto: “equidad”.

La equidad reconoce que cada persona tiene diferentes recursos, oportunidades y necesidades, y que algunas poblaciones se enfrentan a diferentes obstáculos para alcanzar sus objetivos debido a factores como la discriminación y la exclusión. 

En un salón de clase, un análisis desde la equidad nos invita a identificar a estudiantes que trabajan, que tienen discapacidades visuales, que enfrentan desafíos en su proceso de aprendizaje o que se integran por primera vez a un espacio académico.

El enfoque de la equidad nos invita a reconocer y valorar las diferentes necesidades y fortalezas de todas las personas que forman parte de un equipo y desarrollar mecanismos que permitan garantizar el acceso pleno y universal a las oportunidades y derechos. 

El reconocimiento de estas distintas características permite evaluar los recursos necesarios ya existentes y los que aún están pendientes de generar para que todo el grupo de estudiantes tenga igualdad de oportunidades de triunfar en el curso.

Una mirada equitativa propone tomar medidas para garantizar el cumplimiento del derecho a la igualdad.

Como puedes notar, lograr la equidad no es una tarea sencilla, pero es muy enriquecedora. Es importante tener en cuenta que este enfoque requiere de un conocimiento especializado para poder responder adecuadamente a las diversas realidades que se presentan.

Reflexionemos sobre tu lugar de trabajo 

Dentro de tu equipo, quienes cumplen funciones de cuidado en su hogar requieren de ciertas políticas organizacionales específicas que tomen en cuenta su situación, tales como horarios flexibles o la posibilidad de trabajar desde casa. Si las políticas implementadas son exclusivamente igualitarias y no tienen en cuenta estas realidades dentro del equipo, su impacto positivo se verá disminuido al no responder a las necesidades reales, hasta el punto de resultar inefectivas. 

En resumen, la equidad significa garantizar el acceso pleno a las oportunidades y derechos para todas las personas, teniendo en cuenta sus diferencias y creando mecanismos que permitan eliminar las barreras que impiden su pleno desarrollo. Al reconocer y atender estas diferencias, podemos fomentar una cultura inclusiva y justa, en la que todas las personas tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.

¿Cuáles son otras posibles medidas que pueden ser elaboradas desde una mirada de equidad?

• Un programa de mentoreo en negociación salarial dirigido a mujeres.
• Un programa extraescolar que asigna más personal y recursos a escuelas con financiamiento insuficiente.
• Un permiso laboral para personas cuidadoras para conciliar sus horarios de trabajo con sus responsabilidades de cuidado.
• Un seminario diseñado para quienes son la primera generación de su familia en cursar o graduarse de la universidad.

Un análisis que considere la justicia implica entender el origen de las barreras que enfrentan las personas para comprender cómo el sistema las configura. 

Incorporar el concepto de justicia es fundamental al hablar de equidad y reconocer esas barreras que enfrentan algunas personas. De lo contrario, podríamos caer en la idea de que son ellas las únicas responsables de su situación desventajosa. Este análisis resulta especialmente valioso cuando se buscan cambios profundos y duraderos en favor de la igualdad.

Para alcanzar la justicia se necesita un compromiso a largo plazo. 

Reflexionemos sobre tu lugar de trabajo 

Para aportar en esta meta, tu organización puede revisar cómo sus políticas, normas culturales y prácticas de contratación pueden promover u obstaculizar las oportunidades equitativas. De esta manera, además de considerar las medidas mencionadas anteriormente, la organización puede integrar las siguientes reflexiones y análisis:

• ¿Hemos creado un entorno en el que todas las mujeres, independientemente de su raza, origen, situación económica u otra condición puedan desarrollarse profesionalmente, expresar sus ideas y necesidades así como sentirse representadas en todos los niveles de la organización?
• ¿Quién busca posicionar en la agenda política la situación de las escuelas con insuficiente financiamiento y cómo podemos apoyar ese esfuerzo?
• ¿Cuán flexibles son nuestras políticas de horarios de trabajo presencial y trabajo remoto para las personas cuidadoras?
• ¿Qué apoyo financiero, logístico y emocional continuo se les ofrece a estudiantes de primera generación (es decir, quienes son las primeras personas en sus familias en asistir a la universidad)?

Mirar la búsqueda de equidad con una mirada de justicia es esencial para mejorar el ADN de nuestras organizaciones. Al mismo tiempo, nos permitirá apoyar significativamente los grandes esfuerzos para transformar realidades injustas, que a menudo se manifiestan como obstáculos y dificultades en nuestro equipo de trabajo.